Observamos que el sistema auditivo agrupa y separa sonidos que ingresan juntos en una onda compleja. Intentaremos dilucidar cuáles son y a qué están relacionados los mecanismos que utiliza para estos fines.
El oído utiliza un sistema de memoria para poder identificar los distintos estímulos que llegan a él. Gracias a este método es capaz de clasificar los sonidos de acuerdo a su condición de haber sido escuchados anteriormente o no. Este tipo de ordenación esta directamente relacionada con la capacidad del sistema auditivo de entender los sonidos de acuerdo a sus características de evolución tímbrica y de intensidad. Una vez que el oído a recibido, analizado, rotulado y archivado un sonido, no sólo es capaz de reconocerlo si lo escucha nuevamente, sino que también puede separarlo si se encuentra presente dentro de una forma de onda más compleja (formando parte de un caudal de información mayor).
La capacidad del oído, ya sea para rotular un sonido, como para reconocerlo y separarlo de un todo en una escucha compleja, es función de la relación que existe entre las características tímbricas, temporales, de intensidad y de altura del todo con respecto al sonido en cuestión.
Aquí se propone analizar el funcionamiento del sistema auditivo a través de una serie de experiencias de audición realizadas a sujetos de distinta formación: músicos, estudiantes de sonido y personas no especializadas.
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Este trabajo fue desarrollado en 2004, en el marco de la materia Tecnología Musical IV (cátedra Raúl Minsburg), de la Licenciatura en Artes Electrónicas de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.